Entre el auge y la caída del cripto arte
El cripto arte vivió una explosión sin precedentes entre 2020 y 2022, con subastas millonarias y colecciones icónicas capturando la atención global. Durante este periodo, artistas como Beeple vendieron obra por 69 millones de dólares, las colecciones de Bored Ape Yacht Club (BAYC) y CryptoPunks se convirtieron en símbolos de estatus digital, y plataformas como OpenSea alcanzaron volúmenes de comercio históricos. Sin embargo, como ocurre con muchas innovaciones en la tecnología, la euforia no duró para siempre.
Marketplace de Opensea
Desde finales de 2022 y a lo largo de 2023, el mercado de NFTs comenzó a desacelerarse significativamente. La caída en los precios, el colapso de varias plataformas y la disminución en la actividad de los coleccionistas generó dudas sobre el futuro del cripto arte. Esto ha llevado a muchos a preguntarse: ¿El cripto arte ha muerto?
Sin embargo, la realidad es más compleja. Aunque el mercado de colecciones de NFTs ha visto una reducción masiva en volumen y valor, el arte digital en blockchain sigue evolucionando. Más aún, Bitcoin ha experimentado un renacimiento inesperado en el mundo del arte con la llegada de Ordinals, un nuevo protocolo que permite inscribir arte y datos directamente en la blockchain de Bitcoin.
En este artículo, exploramos el estado actual del arte digital en cripto, su transformación y su relación con la naturaleza de las criptomonedas.
El colapso del mercado NFT: ¿burbuja especulativa o evolución natural?
Uno de los mayores golpes al cripto arte ha sido la caída del mercado de NFTs coleccionables. Entre 2021 y 2022, las colecciones de Bored Apes, Moonbirds, Azuki y Doodles alcanzaron precios astronómicos, con subastas que superaban los cientos de miles de dólares por una sola imagen generativa. Sin embargo, este auge estuvo impulsado en gran medida por la especulación y el acceso a crédito barato durante el mercado macro alcista provocado por la COVID-19.
Con la llegada del cripto invierno, los volúmenes de negociación en plataformas como OpenSea y Blur cayeron drásticamente. Los datos muestran que los precios de muchas colecciones populares de NFTs descendieron hasta un 99% desde sus máximos históricos. Por ejemplo:
- Un Bored Ape que se vendía por 400 ETH en 2022 ahora apenas alcanza los 10 ETH.
- Un Smowl, que fue comprado por 135 ETH el día de su lanzamiento, fue recientemente vendido por 1 ETH.
- Un CoolCat súper raro se vendió por 320 ETH en el pico del ciclo y se listó recientemente por 3.7 ETH.
Hay muchísimos ejemplos como estos, que nos sirven como recordatorio de la exuberancia irracional vista entre 2020 y 2022.
A pesar de estas caídas, el número de artistas digitales en blockchain no ha desaparecido por completo. Muchos de los creadores que usaron los NFTs como una nueva forma de monetización aún están activos, pero han reducido la frecuencia con la que lanzan nuevas obras. Ahora, en lugar de priorizar la especulación, se enfocan en el valor artístico y la utilidad de sus piezas dentro de comunidades más pequeñas y fieles.
Bitcoin y los Ordinals: Un renacimiento inesperado para el arte en blockchain
Mientras que el mercado de NFTs en Ethereum, Solana y Tezos se ha desacelerado considerablemente, Bitcoin ha visto un renacimiento inesperado en el ámbito del arte digital con el auge de Ordinals.

¿Qué son los Ordinals?
Ordinals es un protocolo lanzado en 2023 que permite inscribir arte, texto y otros datos directamente en la blockchain de Bitcoin. A diferencia de los NFTs tradicionales, que dependen de smart contracts en blockchains como Ethereum, los Ordinals aprovechan el espacio dentro de los bloques de Bitcoin y los satoshis (las unidades más pequeñas de Bitcoin) para almacenar y registrar imágenes y otros elementos multimedia de forma permanente en la red.
Muestra de NFT en Bitcoin en la plataforma https://magiceden.us/
Esto ha traído consigo una nueva ola de creatividad en la comunidad de Bitcoin, tradicionalmente enfocada en la reserva de valor. Ordinals ha permitido que los artistas creen piezas digitales en una blockchain que históricamente no estaba diseñada para este propósito.
El resurgimiento de Bitcoin como un lienzo digital ha generado interés entre coleccionistas y desarrolladores que buscan aprovechar su inmutabilidad y seguridad. Además, ha atraído a nuevos artistas que ven en los Ordinals una oportunidad para diferenciarse del mercado de NFTs tradicional.
La naturaleza del arte digital y su vínculo con las criptomonedas
Para entender por qué el cripto arte no ha muerto, es importante analizar su relación con la naturaleza misma de las criptomonedas.
- El arte digital como activo en blockchain
Desde sus inicios, Bitcoin fue diseñado para la transmisión y almacenamiento de valor, proporcionando una forma de registrar transacciones de manera descentralizada. De manera similar, el arte digital ha encontrado en la tecnología blockchain una herramienta única para registrar su existencia y asegurar su propiedad. - Rareza y escasez programada
Uno de los conceptos más interesantes del cripto arte es su capacidad de integrar la escasez programada. En el mundo físico, las obras de arte tienen un valor basado en su rareza. Con blockchain, esta escasez se puede replicar digitalmente mediante smart contracts y metadatos inmutables. - Inmutabilidad y permanencia
A diferencia de los archivos digitales tradicionales que pueden ser modificados o eliminados, el arte registrado en blockchain permanece inalterable. Esto ofrece ventajas tanto para coleccionistas como para artistas, ya que garantiza la autenticidad y la trazabilidad de cada obra.

Un nicho que no muere: el ciclo de interés en el cripto arte
Si bien el mercado de los NFTs coleccionables ha disminuido en volumen, la conexión entre el arte y la tecnología blockchain sigue evolucionando. El arte digital en blockchain no es una moda pasajera, sino un nicho que se adapta a las condiciones del mercado.
El interés en el cripto arte puede fluctuar, pero la infraestructura subyacente sigue existiendo. Plataformas como SuperRare, Manifold y Foundation continúan apoyando a artistas, mientras que los coleccionistas buscan nuevas formas de interactuar con el arte en un contexto más sostenible. Además, con el auge de los Ordinals en Bitcoin, hemos visto un resurgimiento del interés en el cripto arte de una manera que antes no era posible en la red más grande del ecosistema.