Ante los hechos recientemente ocurridos en la industria cripto sobre el token $LIBRA, surgen las siguientes preguntas: ¿Es $LIBRA un memecoin? ¿Es un memecoin una estafa?
La Security Exchange Commission (SEC) de Estados Unidos publicó algunas características para determinar si un token es un memecoin. Para ello, se realizan las siguientes preguntas:
- ¿Acaso el memecoin está inspirado en memes de internet, personajes, eventos o tendencias actuales?
- ¿Los inversionistas del memecoin los compran por diversión, para interactuar con la sociedad o para propósitos culturales?
- ¿Está el valor del memecoin impactado por la demanda del mercado y la especulación?
Si se marca más de una de las preguntas anteriores, se encuentra ante la definición de un memecoin, la cual no tiene usabilidad o la tiene limitada, pero además es volátil y su utilidad no trasciende el entretenimiento.
$LIBRA nace como un proyecto para financiar start-ups y cuya distribución incluye un gran porcentaje para el proyecto. Además de esto, el token es anunciado en una cuenta verificada de Gobierno a través de la red social X; (antiguo Twitter) y toda la información referente al token se encuentra publicada en una página web, incluyendo un correo de Gmail para recibir preguntas e inquietudes.
Para clasificar a $LIBRA se pueden tomar en cuenta algunas jurisdicciones que ya han aprobado la regulación para la emisión de activos digitales, llamándoles monedas estables porque están apegadas a una moneda Fiat o a los activos del mundo real, o basadas en algoritmos, como es el caso de la Unión Europea con las fichas de dinero electrónico (e-Money Tokens) o las fichas referenciadas a activos (Assets Reference Tokens). Otras han regulado la emisión de activos digitales, clasificándolos como monedas estables, activos digitales subyacentes (activo de respaldo de un activo derivado) o activos digitales derivados (contratos futuros, por ejemplo), como en el caso de El Salvador. Por otra parte, jurisdicciones aún por desarrollar regulación específica en la materia aplican las reglas del mercado bursátil con el fin de determinar la naturaleza del token, aplicando exámenes de clasificación como es el caso de Estados Unidos con la aplicación del Howey Test o el examen de contrato de inversión.
$LIBRA representaba el financiamiento de pequeños proyectos y negocios locales, por ello, no cabe dentro de la categoría de memecoin. Además, la idea era promoverlo de forma descentralizada para obtener mayor alcance y apoyo por parte de diferentes audiencias, incluyendo inversionistas y personas ciudadanas de Argentina. Con el tema de la estafa, habría que examinar varias conductas para tipificarla como tal, lo cual representa un reto para las autoridades, ya que deberá examinarse eventos previos, durante y después de la emisión del token y otros posibles delitos conexos al posible delito de estafa, como el involucramiento de una cuenta oficial de Gobierno.
Cualquier sea el token en el que se desea invertir, memecoin, fichas de dinero electrónico, fichas referenciadas a activos, activo digital subyacente, activo digital derivado, token de utilidad o de valor u otro, el caso $LIBRA deja varias lecciones aprendidas:
- El monitoreo en tiempo real sobre el comportamiento del token se vuelve cada vez más necesario.
- De igual forma, la investigación sobre quiénes están detrás de la creación del token, así como la distribución misma, se vuelve información básica e indispensable de conocer para un posible inversionista.
- A ello se suma la información que genera la comunidad en torno al token, la cual puede ser importante para evitar caer en una posible estafa.
En cualquiera de los casos de emisión de tokens, la regulación puede jugar un papel importante para proteger la integridad del mercado, a los inversionistas y, en general, promover a la industria de los activos digitales, criptoactivos, activos virtuales, o como se llame desde las distintas jurisdicciones. Este episodio pone de manifiesto la necesidad de un mayor conocimiento sobre las dinámicas del mercado cripto y de un enfoque responsable al invertir. Asimismo, la transparencia en la información y la claridad en los objetivos de cada proyecto son factores determinantes para ganar la confianza de los usuarios, quienes cada vez exigen más seguridad y mecanismos de control adecuados.