En el universo cripto, existen redes cuyo funcionamiento se basa en algo llamado “Prueba de Trabajo” (como es el caso del protocolo Bitcoin), dichas redes tienen como pilar fundamental su seguridad. Esta última, se traduce en el esfuerzo realizado por una aguerrida competencia de equipos de minería digital, que en lo sucesivo llamaremos aventureros. La competencia es intensa, cada protagonista de esta aventura intentará resolver “un problema” más rápido que los demás, utilizando su poder de cómputo para procesar una cantidad masiva de cálculos por segundo. Esta operación es la que protege a dicha red, todo ello gracias al ejército de maquinaria y poder de cómputo que la resguardan, pero ¿Qué obtienen nuestros aventureros digitales a cambio de ello?
El Dr. Jones (Indiana para los amantes del séptimo arte), realizaba sus intrincadas expediciones en la búsqueda de míticas ciudades o civilizaciones con una única motivación: encontrar un tesoro. La motivación del famoso hombre de sombrero y látigo, es la misma que moviliza a nuestros aventureros digitales: recibir una recompensa. Pero para hacerlo, se debe encontrar un acertijo matemático y éste es la clave de la seguridad que se mencionó en el primer párrafo ya que este acertijo es el que complica o hace inviable un ataque a la red. Todo esto, bajo un sencillo principio de teoría de juegos: Ganarle la partida a una red protegida por prueba de trabajo tiene dos opciones, o eres enemigo de ella o te conviertes en aliado.
Si se ataca a la red, se deberá emplear tanto poder computacional, que el costo asociado a este hipotético ataque, haría inviable económicamente su ejecución, es decir, “Nadie realiza una expedición a una peligrosa caverna llena de trampas, para hacerse de 1 lingote de oro escondido, empleando 10 lingotes de costo en la operación de dicha travesía”. Por otro lado, si nos aliamos a la red, precisamente esta última premiará dicha participación. Esta recompensa, no es más que el fruto de dichos aventureros para tener en sus manos ese deseado tesoro que una vez encontrado, es repartido equitativamente entre todos los integrantes de la aventura, porque cada uno de ellos emplea proporcionalmente un esfuerzo para hacerse poseedor de dicha riqueza.
Trayendo toda esta fábula al mundo real, los mineros digitales son equipos especialmente diseñados para aportar poder de cómputo a la red, red que como ya se explicó, le otorgará a cada minero involucrado una porción en criptomonedas del tesoro encontrado. En el mercado son muchas las marcas y modelos existentes de estos dispositivos mineros. Hay modelos para diferentes proyectos (o algoritmos), además de modelos con diferentes capacidades de procesamiento de cómputo, que los hacen más rápidos y rentables.
Whatsminer M30S. Fuente: Archivo
Existen múltiples marcas de estos dispositivos en el mercado, destacan MicroBT y Bitmain, fabricantes de los equipos Whatsminer y Antminer respectivamente. Con modelos y versiones de la más alta gama y eficiencia energética, estos equipos de minería son diseñados con el firme propósito de enfrentarse al mejor estilo “aventurero”, a las constantes y demandantes exigencias del mercado de la minería digital. En Venezuela, precisamente Whatsminer tiene un representante oficial y aliado comercial CRIPTOMINER, C.A. Ubicada en el Estado Aragua, esta empresa ostenta la posición de ser el único Partner Autorizado para Latinoamérica, que además de proveer el servicio técnico ante una potencial falla o avería de estos equipos, también los comercializa para su venta en el mercado nacional. Los invitamos a conocer más de esta compañía en sus redes sociales en @criptominerca en Instagram y X (antiguo Twitter), todo esto en el caso de que deseen efectivamente aventurarse a la búsqueda del tesoro digital perdido que otorga la minería a los más intrépidos y arriesgados exploradores del mundo cripto.